El destacado diputado conservador británico William Wragg ha denunciado este jueves que sus compañeros de partido que se han posicionado a favor de que el primer ministro, Boris Johnson, dimita por el escándalo de las fiestas se enfrentan a "intimidación" y "presiones" por parte del Gobierno.

Wragg, que se cuenta entre aquellos que han pedido al 'premier' que deje su cargo, también ha acusado a Downing Street de promover "historias vergonzosas" en la prensa británica sobre otros diputados que piensan unirse al bando de los que no quieren a Johnson en el cargo. En este sentido, el diputado 'tory', que preside el Comité de Administración Pública y Asuntos Constitucionales del Parlamento británico, ha señalado que estas informaciones en los medios "parecen ser chantaje" y ha alentado a sus colegas a informar al presidente de la Cámara de los Comunes y a la Policía Metropolitana.

En una explosiva declaración, al iniciar un debate en ese comité, Wragg afirmó que en los últimos días miembros del Parlamento habían "sufrido presiones e intimidación por parte de miembros del Gobierno por su deseo declarado o supuesto de (pedir) un voto de confianza sobre el liderazgo del primer ministro".

Downing Street, por su parte, ha indicado que las aseveraciones de Wragg son "claramente graves" y, en un comunicado, ha señalado que no les consta "ninguna evidencia que apoye" lo denunciado. "Si hay alguna evidencia para apoyar estas denuncias las estudiaremos cuidadosamente", ha zanjado. Mientras, los aliados de Johnson han afirmado haber visto un "complot" para destituirle, según ha recogido la BBC.

Además de las denuncias de Wragg, el diputado Christian Wakeford, que ayer anunció que se pasaba del Partido Conservador al Laborista, señaló hoy que los encargados de la disciplina parlamentaria de los "tories" le habían advertido de que podía perder la financiación para un nuevo colegio secundario en su circunscripción -Bury South (norte de Inglaterra)- si no apoyaba al Gobierno.

Johnson, que se aferra a su cargo por el momento, ya pidió a los parlamentarios y a sus colegas de partido esperar a las conclusiones de la investigación puesta en marcha para esclarecer lo sucedido con las fiestas en los peores momentos de la pandemia. Por el momento, hay 20 diputados conservadores que han expresado su intención de activar el mecanismo para que Johnson, acorralado por las críticas, se enfrente a una moción de censura. Se necesitan 54 para que la petición salga adelante.

Mientras, el primer ministro británico ha respondido este jueves a estas acusaciones asegurando no haber visto ninguna "prueba" de chantaje en su partido.