- La denominada troika ampliada, formada por Rusia, China, Estados Unidos y Pakistán, acordó ayer mantener un “compromiso práctico” con los talibanes para ayudar a la estabilidad regional, aunque mantiene sus demandas sobre los islamistas, como la necesidad de formar un Gobierno inclusivo.

El acuerdo suscrito en Islamabad por los representantes de estos países saca a la luz una vez más la paradoja internacional sobre el régimen fundamentalista que tomó el poder en Afganistán el pasado 15 de agosto: se plantea la necesidad de interactuar con los talibanes, mientras falta un consenso sobre su posible reconocimiento.

Según el comunicado conjunto, se acordó “continuar el compromiso práctico con los talibanes para alentar la implementación de políticas moderadas y prudentes que puedan ayudar a lograr un Afganistán estable y próspero lo antes posible”.

También “reconoció las preocupaciones de las agencias humanitarias internacionales sobre los graves problemas de liquidez del país y se comprometió a seguir centrándose en medidas para facilitar el acceso a los servicios bancarios legítimos”. La situación financiera y humanitaria de Afganistán comenzó a deteriorarse rápidamente tras la llegada de los talibanes al poder en agosto.

El encuentro de la troika es el más reciente de una serie de reuniones regionales en búsqueda de una hoja de ruta para atender la grave situación de Afganistán y la posición que mantiene la comunidad internacional ante el nuevo Gobierno de los talibanes.