- Representantes del Gobierno sirio y de la oposición han acordado empezar a redactar la reforma de la Constitución, después de dos años de negociaciones sin resultados, a las que siguió la pandemia del covid-19, que se erigió como un obstáculo adicional al impedir las reuniones entre los delegados de las partes.

“Los copresidentes han acordado no solo empezar a preparar la reforma constitucional, sino que prepararán y empezarán a redactar la reforma constitucional”, declaró el enviado especial de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Geir Pedersen, quien actúa como facilitador de estas negociaciones, que se reanudaron ayer domingo en Ginebra (Suiza) y está planeado que se prolonguen hasta el próximo viernes.

El representante de la ONU, quien compareció ante los medios de comunicación en la sede europea de la ONU en Ginebra, dijo también que “por primera vez los dos copresidentes, el nominado por el Gobierno y el que representa a la oposición, se sentaron juntos y entablaron una discusión franca y de fondo sobre cómo se procederá con la reforma constitucional”.

La ONU ha intentando facilitar desde 2012 un proceso político para poner alto a la guerra civil en Siria, que empezó en 2011 y que bajó en intensidad en el primer trimestre de 2020.

“Desde marzo de 2020 hay una calma relativa, pero hay que poner énfasis en lo de relativo, puesto que cada día hay muertos y heridos”, explicó Pedersen.

Sostuvo que es importante conectar las negociaciones en Ginebra con lo que ocurre en el terreno y en la vida cotidiana del pueblo sirio, un 90% del cual vive por debajo de la línea de pobreza.

Una década de conflicto ha empujado a Siria a una crisis socio-económica muy grave y ha provocado que trece millones de habitantes necesiten ayuda humanitaria.

Las negociaciones que promueve la ONU han representado el único espacio político en el que el Gobierno ha aceptado dialogar con la oposición no armada, en un proceso que ha llevado a la formación de un comité constitucional integrado por 15 representantes de cada uno de ellos, más 15 delegados de la sociedad civil.

Este comité, formado por 45 miembros, se reunió cinco veces en Ginebra antes del estallido de la pandemia, pero hasta el último de esos encuentros no se pudo empezar con la reforma constitucional para la cual fue creado.

Pedersen dijo ayer que, aunque “el comité constitucional es un importante aporte a una solución política, por sí sólo no podrá solucionar la crisis de Siria”.