- Los centros de votación abrieron a primera hora de ayer en Canadá para elegir un nuevo Gobierno solo dos años después de los anteriores comicios y con los sondeos que apuntan que ni el Partido Liberal (PL) de Justin Trudeau ni el Partido Conservador (PC) lograrán la mayoría absoluta en el Parlamento.

Una de las incógnitas de la jornada electoral es cómo afectará la pandemia a la votación. Desde primeras horas de la mañana eran visibles las colas de votantes en las puertas de los colegios electorales en observación de las medidas impuestas para minimizar el riesgo del covid-19.

Según el organismo Elecciones Canadá, más de 5,8 millones de canadienses han votado de forma anticipada, una cifra superior a la de otras elecciones. La provincia de Alberta, el núcleo del movimiento conservador y una de las principales fuentes de diputados para el PC, se ha convertido en el epicentro de la pandemia en Canadá y está en medio de una cuarta ola que mantiene el sistema sanitario de la provincia al borde del colapso.

Una situación que ha dañado las expectativas electorales de los liberales, que llegaron a estar hasta diez puntos porcentuales en intención de voto por delante de los conservadores antes de la disolución del Parlamento. Trudeau convocó de forma inesperada elecciones a mediados de agosto con la esperanza de que los liberales conseguirían la mayoría absoluta de la Cámara Baja del Parlamento que perdieron en las elecciones de 2019.

¿Un tercer mandato para Justin Trudeau o un cambio con el conservador moderado Erin O’Toole? Los canadienses acuden a las urnas para decidir quién formará el próximo gobierno en unas elecciones generales de resultado incierto.

Los primeros centros de votación abrieron en Terranova y Labrador, en la costa atlántica, los últimos votantes en emitir su voto se encuentran en la provincia de Columbia Británica, en la costa del Pacífico. Pero los canadienses podrían no conocer el nombre del ganador de inmediato porque el escrutinio se anuncia muy cerrado y como se ha señalado muchos votantes prefirieron votar de manera anticipada o por correo.

El bombardeo de 36 días de campaña terminó el pasado domingo como empezó: con un discurso de Trudeau en que el primer ministro saliente pedía a los canadienses que le dieran un nuevo mandato para dirigir el país y gestionar la salida de la pandemia.

Por su parte, el conservador Erin O’Toole, quien estuvo en el área de Toronto, prometió a los canadienses que él representa la renovación y realizó una campaña resueltamente de centro.

Si ninguno de los dos grandes partidos que se han alternado en el poder desde 1867 es capaz de obtener una mayoría de escaños en el Parlamento, el ganador tendrá que formar un gobierno en minoría. En este caso, el futuro primer ministro, liberal o conservador, tendrá que apoyarse en los partidos más pequeños para gobernar.