- La amenaza del momento en Afganistán, al margen de los talibanes que se han hecho con el poder, es la filial de Estado Islámico, Jorasán, el grupo que reivindicó ayer las explosiones de Kabul, según un comunicado de la agencia de información de los radicales, Amaq. Enemigo jurado de los talibanes, Estado Islámico Provincia Jorasán (ISKP) aprovechó el caos y la multitud congregada a las puertas del aeropuerto con la esperanza de poder abandonar Afganistán para llevar a cabo un doble atentado.

El grupo se fundó en 2015, en plena expansión del califato que entonces lideraba Abu Bakr al Baghdadi, y supo aprovechar los numerosos grupos armados en la región para atraer reclutas y forjar alianzas operativas, además de perpetrar ataques. Así, sus filas las engrosaron principalmente talibanes desencantados, tanto afganos como paquistaníes. En su momento álgido, en 2016, se estima que llegó a tener entre 2.500 y 8.500 combatientes, pero las continuadas operaciones mermó esta cifra a finales de 2019 hasta entre 2.000 y 4.000. Todo apunta a que ISKP tratará de poner trabas al futuro gobierno talibán y estos a su vez harán todo lo posible para mermar a sus rivales, buscando atraer a sus combatientes con el argumento de la victoria.