- Las inundaciones tras las intensas lluvias en el este de Afganistán, en un territorio controlado por los talibanes, dejaron al menos 200 campesinos muertos y una comunidad arrasada, mientras las dificultades del Gobierno por acceder a la zona complican el envío de ayuda.

Decenas de personas en el pueblo de Mirdish, de la provincia de Nuristán, quedaron sepultadas bajo el barro o arrastradas por la corriente del río después de que las intensas lluvias de ayer provocaran la súbita inundación de la zona.

“El número de muertos ahora supera los 200 por las inundaciones” que arrasaron con casi todo el pueblo de Mirdish, de Nuristán, en la zona montañosa, dijo a Efe el jefe del consejo provincial, Saydullah Paynda. Del total de fallecidos, “solo hemos podido recuperar 48 cadáveres, mientras que el resto siguen desaparecidos en el río”.