- La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció ayer ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU el deterioro de la situación en Nicaragua, que según ella imposibilita que los nicaragüenses puedan elegir libremente durante los comicios de noviembre. “Desde hace tres años este Consejo ha analizado con profundidad la crisis de los derechos humanos que afecta a Nicaragua (...), pero ésta no sólo no presenta visos de ser superada, sino que se ha agudizado de manera alarmante”, señaló la expresidenta chilena en su intervención.

Bachelet lamentó que del 12 al 21 de junio la Policía y el Ministerio Público de Nicaragua hayan detenido a varios miembros de la oposición, entre ellos cinco personas que habían hecho pública su intención de presentarse como candidatos a los próximos comicios generales.

Las detenciones e investigaciones penales se fundamentan en dos leyes adoptadas por Nicaragua en 2018 y 2020. La oficina que dirige Bachelet ya había advertido que podrían ser utilizadas para perseguir a opositores, “como en efecto está ocurriendo”, aseguró la alta comisionada.

Bachelet se unía de este modo a las críticas de la ONG Human Rights Watch (HRW) que instó a la ONU a jugar un papel más activo ante la “campaña de violencia y represión” que ha emprendido el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, contra líderes de la oposición. La ONG presentó un informe de 38 páginas en el que considera que existe una “estrategia gubernamental” para eliminar la competencia política, reprimir el disenso y facilitar la reelección de Ortega para un cuarto mandato consecutivo.

HRW pide al secretario general de la ONU, António Guterres, que use su poder para invocar el artículo 99 de la Carta de las Naciones Unidas con el fin de convocar una reunión con la justificación de que existe una amenaza para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. Asimismo, la ONG urge directamente a los miembros del Consejo de Seguridad a incluir la crisis de Nicaragua en su agenda.