- La economía bielorrusa ya sufre los efectos del aterrizaje forzoso del avión de Ryanair que podrían llegar a costarle el 20% de su PIB y aumentar su dependencia de Rusia si se aprueban las sanciones que discuten los Veintisiete. La aerolínea estatal Belavia fue la primera en sentir las consecuencias del incidente ocurrido el pasado 23 de mayo, que causó un escándalo internacional y se saldó con la detención del periodista disidente Román Protrasevich y su novia, que volaban en la aeronave obligada a descender en la capital bielorrusa.

Apenas un día después, Lituania cerró su espacio aéreo para los aviones procedentes de Bielorrusia.

Su ejemplo fue seguido por otros países y Belavia se vio obligada a cancelar más de 20 vuelos regulares, que suponen la reducción a la mitad de las rutas que cubrían los aviones de la empresa bielorrusa.

Cuatro de los cinco países con los que limita Bielorrusia han cerrado su espacio para los aviones de este país, por lo que la única forma de salir en avión de Bielorrusia es a través del territorio ruso. Los pasajeros en tránsito se encuentran ahora entre las víctimas colaterales, pues el país actuaba como un punto de escala.