El abogado bereber Yahia Abdenour, decano de los defensores de los derechos humanos en Argelia, falleció hoy a la edad de 100 años tras haber dedicado toda su vida a luchar por la libertad, y la dignidad, tanto antes como después de la independencia de Francia en 1962.

Nacido en enero de 1921 en Ain al Hammam, en la ciudad de Tizi Ouzou, capital de la región de la Cabilia (este) y maestro como primera profesión, Abdenour se inició en el activismo en 1949 al unirse al Partido Popular Argelino (PPA), que luchaba contra el colonialismo francés.

Un poco más tarde se unió al Movimiento por el Triunfo de las Libertades Democráticas (MTLD), y en 1955 se sumó al Frente de Liberación Nacional (FLN), el partido que todavía controla el país y que lideró la sangrienta guerra de liberación que condujo a la independencia.

Detenido en 1956 y puesto en arresto domiciliario un año después, fue elegido diputado del FLN en Tizi-Ouzou para la Asamblea Nacional Constituyente (1962-1964) y fue ministro de Obras Públicas y Transportes, así como Agricultura y Reforma Agraria.

Yahia Abdenour es considerado como el defensor de derechos humanos más antiguo y uno de los fundadores de la Liga Argelina para la Defensa de los Derechos Humanos (LADDH), cuya creación le costó la prisión en dos ocasiones en los años ochenta.

Dedicado a hacer campaña por los derechos humanos pero también por el establecimiento de la democracia en Argelia, se opuso a la interrupción del proceso electoral de diciembre de 1991 para bloquear el camino al Frente Islámico de Salvación (FIS).

Activo durante la larga presidencia de Abdelaziz Bouteflika (1999-2019), exigió la formación de un verdadero Estado de derecho, denunció los fraudes electorales y fue uno del os primeros en pedir la incapacidad del mandatario tras el ictus que sufrió en 2013

Bouteflika, protegido por un círculo de poder, se mantuvo, sin embargo, al frente de la jefatura del Estado hasta la aparición en febrero de 2019 del movimiento popular de protesta masivo, que aún hoy, lograda la caída del presidente, mantiene su actividad para exigir el fin del régimen militar que domina Argelia desde la cruenta y dramática independencia.

En diciembre de 2019 firmó junto a otras 18 personalidades una carta en la que exigían elecciones libres, prudencia y calma, y no entorpecer el proceso electoral del 12 de diciembre a pesar de considerarlo impuesto por el mismo régimen militar que escoltó a Bouteflika.

"No se impida el ejercicio por otros ciudadanos de su derecho a expresarse libremente a pesar de las diferencias de enfoque y posiciones políticas. Asimismo, el deber de todos pasa por evitar los excesos y no responder a las provocaciones vengan de donde vengan", indicó entonces.