- Las autoridades rusas se enrocaron ayer en respuesta a las manifestaciones en el país y las peticiones internacionales de libertad para el líder opositor Alexéi Navalni, quien desde hace 24 días se encuentra en huelga de hambre en prisión.

La Defensora del Pueblo de Rusia, Tatiana Moskalkova, antigua general de Policía, intentó disipar los crecientes temores por el estado de salud de Navalni y aseguró que es “satisfactorio”. “Las condiciones de detención y asistencia médica a Navalni cumplen con la legislación vigente de la Federación Rusa y los estándares internacionales”, escribió Moskalkova en una carta a la secretaria general del Consejo de Europa, Marija Pejcinovic Buric.

Expertos de la ONU en derechos humanos alertaron de que las condiciones en que se encuentra Navalni pueden equipararse a la tortura en instalaciones que no cumplen con los estándares mínimos internacionales.

A su vez, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) aprobó ayer una resolución en la que llamó a Rusia a poner en libertad de inmediato a Navalni, y en todo caso antes de la próxima reunión sobre derechos humanos que celebrará en Comité de Ministros del Consejo en junio próximo.

Por su parte, el Kremlin rehusó ayer comentar las manifestaciones que tuvieron lugar el miércoles en un centenar de ciudades de Rusia para exigir atención médica adecuada para Navalni y su puesta en libertad, en las que fueron detenidas casi 1.800 personas. “No vemos motivos para expresar nuestra valoración. Es más un tema de las fuerzas del orden, de Interior. No tengo conocimiento de manifestaciones en régimen legal”, dijo el portavoz de la Presidencia de Rusia, Dmitri Peskov. Insistió en que todo lo relativo a la situación de Navalni es un asunto del Servicio Federal Penitenciario de Rusia (FSIN) y no está en la agenda del Kremlin.

Pese al endurecimiento de las leyes contra las manifestaciones no autorizadas, la respuesta a la convocatoria opositora a favor de Navalni excedió las expectativas de sus organizadores.