- Las cuartas elecciones legislativas celebradas en menos de dos años no han servido aún para romper el bloqueo político en Israel. Con el 99,5% de los votos escrutados, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sigue sin tener una mayoría clara en el Parlamento ya que no alcanza los 61 escaños necesarios en una Cámara con 120 asientos para establecer un Ejecutivo.

El bloque de partidos opositores le supera en número de escaños, aunque con pocas expectativas de poder conformar una coalición viable debido a la amalgama política que representan los opositores, lo que hace temer al fantasma de unos nuevos comicios.

Según los resultados actuales, el Likud de Netanyahu se haría con la victoria con 30 escaños, por delante de los 17 obtenidos por el partido de centro-izquierda Yesh Atid, encabezado por Yair Lapid. En tercer lugar está el ultraortodoxo Shas.

Por detrás figuran Azul y Blanco, con ocho escaños, y Yamina, el Partido Laborista, Judaísmo Unido de la Torá y Yisrael Beitenu, con siete escaños cada uno. La Lista Conjunta, Sionismo Religioso, Nueva Esperanza y Meretz suman seis escaños, por los cuatro de Raam, escindido de la Lista Arabe Conjunta.

De esta forma, el bloque favorable a Netanyahu suma 52 escaños -los que se obtienen de sumar al Likud, Shas, Judaísmo Unido de la Torá y Sionismo Religioso, heredero del kahanismo, ilegalizado en Israel-, mientras que el bloque contrario a ‘Bibi’ suma 57 con Yesh Atid, Azul y Blanco, el Parido Laborista, Yisrael Beitenu, la Lista Conjunta, Nueva Esperanza y Meretz.

En la posición de bisagra figuran el derechista Yamina, encabezado por Naftali Bennett -quien fue parte del Gobierno de Netanyahu y quien ha hecho campaña contra él, rechazando una coalición-, y Raam, quien tras escindirse de la Lista Arabe Conjunta ha dejado la puerta abierta a sumarse a cualquier bloque.

De esta forma, el Likud necesitaría sumar los apoyos de ambos partidos, dado que incluso si Yamina decidiera sumarse al bloque, quedaría con 59 escaños, a dos de la mayoría. Asimismo, la posibilidad de que el bloque de derecha y ultraderecha sume a Raam -que podría dar la mayoría al bloque opositor- ha encontrado ya la oposición de sus aliados.

En este sentido, el líder de Nueva Esperanza, Gideon Saar -quien abandonó el Likud para formar el partido en diciembre de 2020 tras sus disputas con Netanyahu-, ha resaltado que “está claro” que el primer ministro “no tiene una mayoría para formar una coalición”.

“Ahora debemos trabajar para llenar el potencial de formar un Gobierno de cambio. Como dije en la noche electoral, los egos no serán un factor”, agregó. Integrantes del Likud habrían contactado con el partido para intentar convencerlo de que se sume a su bloque.

Por otra parte, medios locales apuntan a la posibilidad de un bloque en el que el líder de Azul y Blanco, Benjamin Gantz, o Bennett figuren como principales opciones para el cargo de primer ministro, en caso de que Yamina entre a formar parte del bloque opositor.

Azul y Blanco ha sido una de las sorpresas de la noche electoral, después de que los sondeos apuntaran a que podía no superar el mínimo para lograr representación en la Knesset por el voto de castigo a su decisión de romper su principal promesa de campaña y formar un Gobierno de unidad con Netanyahu.

Las diferencias en el Ejecutivo, en el que ocupó el cargo de ministro de Defensa antes de pasar a ser primer ministro 18 meses después de la firma del acuerdo -algo que no ha tenido lugar por la convocatoria de elecciones-, derivaron en comicios anticipados por la falta de acuerdo sobre los presupuestos.

El propio Gantz reclamó ayer a los partidos opuestos a Netanyahu que unan fuerzas contra Netanyahu, después de que el Tribunal Supremo haya fallado el primer ministro debe cumplir la orden del fiscal general, Avichai Mandelblit, que le prohíbe nombrar a altos cargos en el aparato de justicia debido a su imputación por corrupción.

“Espero que todas las partes en el bloque del cambio entiendan esto y se unan para reemplazarle”, sostuvo en un comunicado, después de que la oposición le acusara de buscar nuevas elecciones para lograr una mayoría firme.

Ronda de consultas. El presidente del Estado judío, Reuven Rivlin comenzará las consultas para la formación de Gobierno el 5 de abril, tras las celebraciones de la pascua judía.

Comparecencia por soborno, fraude y abuso de poder. Ese mismo día, Netanyahu comparecerá ante el tribunal de Jerusalén que le juzga por tres casos de soborno, fraude y abuso de poder, tras desencadenar en 2018 un ciclo electoral que parece no tener fin.