La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, superó hoy la moción de censura en el Parlamento regional presentada por el grupo conservador, el único que la apoyó tras la abstención del Partido Laborista y el Liberaldemócrata y el voto en contra del Partido Nacional Escocés (SNP) y los Verdes.

Sturgeon sobrevivió a la moción de censura propuesta por los conservadores “a la luz de las evidencias de que mintió al Parlamento” en su gestión de las acusaciones de acoso sexual contra su predecesor en el cargo, Alex Salmond.

El Parlamento regional, tras la deliberación, se pronunció con 31 votos a favor, 65 en contra y 27 abstenciones.

La líder de los "tories" escoceses en la Cámara, Ruth Davidson, defendió que “la cuestión de si Sturgeon mintió a la Cámara le corresponde decidirla al Parlamento" y la comisión parlamentaria que investigó la gestión de la ministra principal ya determinó que ésta había engañado a los diputados.

El informe de esa comisión, publicado esta mañana, concluyó que la líder independentista mintió a la Comisión sobre si ofreció o no intermediación a Salmond (su mentor político y antecesor en el cargo) durante la investigación, lo que supone “una potencial infracción del Código Ministerial”, que estipula las normas éticas de los miembros del gobierno.

Sturgeon aceptó ante la Cámara “no haber hecho las cosas bien”, pero aseguró “no haber mentido al Parlamento" y además pidió “perdón a las mujeres a las que el Gobierno falló.”

Sin embargo, prefirió centrarse en el informe independiente que el ex fiscal general de Irlanda James Hamilton hizo público ayer, lunes, en el que la exoneró de haber violado el Código Ministerial y aseguró que en caso contrario "habría dimitido".

El nuevo líder del Partido Laborista escocés, Anas Sarwar, en un discurso muy crítico con Sturgeon, manifestó que “el sistema falló, dos mujeres fueron defraudadas por el Gobierno, que cometió grandes fallos, y quedan cuestiones por resolver.”

El Parlamento de Escocia da por concluida este miércoles su legislatura ante las decisivas elecciones que se celebrarán el próximo día 6 de mayo.

El SNP parte como gran favorito para esos comicios, pero la guerra interna desatada entre su líder y Salmond ha reducido su ventaja en los sondeos, que pese a todo le conceden una amplia ventaja respecto al segundo.