- Las autoridades rusas abogaron ayer por evitar una guerra fría con Estados Unidos, si bien alertaron de que el país está preparado para “todos los escenarios” posibles.

En una rueda de prensa, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, rechazó abordar las declaraciones de algunos expertos sobre el inicio de una nueva guerra fría con Washington, especialmente a raíz de los comentarios vertidos recientemente por el presidente estadounidense, Joe Biden, que ha acusado a su homólogo ruso, Vladimir Putin, de ser un “asesino”.

Así, Peskov indicó que “los observadores y expertos se ganan la vida, precisamente, con ese tipo de pronósticos”. No obstante, aseguró que por la parte rusa “siempre se confía en lo mejor”, aunque estando “preparados para lo peor en todo momento”.

El portavoz del Gobierno ruso señaló que el presidente ha manifestado “claramente” su deseo de seguir adelante con las relaciones bilaterales entre ambos países “a pesar de todo”, porque ello está “en el interés del mundo entero”. “Ahora bien, no podemos dejar de lado las palabras de Biden”, dijo, un día después de que el Ministerio de Exteriores ruso llamara a consultas a su embajador en Estados Unidos, Anatoli Antonov, para abordar el futuro de las relaciones entre los dos países tras las declaraciones de Biden. Estaba previsto que el embajador viajase ayer mismo a Moscú, la capital rusa.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, no tardó en reaccionar a las palabras de Biden sobre Putin y calificó las declaraciones de “inaceptables” e “inapropiadas”. El diario Daily Sabah informaba así de que el mandatario había defendido a Putin, al que alabó por “hacer lo necesario para dar una respuesta inteligente y elegante”.

En una entrevista concedida el miércoles a la cadena de televisión ABC, Biden expresó que cree que Putin “no tiene alma” y aseguró que “pagará un precio” por interferir en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Sus palabras llegaban después de que la Inteligencia del país norteamericano difundiera un informe en el que acusa a Rusia, Irán, Cuba y Venezuela de tratar de influir en los comicios.

Putin, por su parte, respondió a las palabras de Biden y le instó a “mirarse en el espejo”, si bien le deseó “buena salud”. Asimismo, recordó que estaba dispuesto a mantener una conversación con Biden el lunes, “de no poder ser este viernes”.

Peskov insistió así en que Moscú está dispuesto a dialogar con el Gobierno estadounidense en cualquier momento “que le venga bien a Biden”, según informaciones de la agencia de noticias TASS.

“Siguiendo la iniciativa del presidente Putin, la parte rusa está mostrándose dispuesta y lo ha manifestado a través de los canales diplomáticos correspondientes. Esperaremos una respuesta”, dijo Peskov, que afirmó que la llamada tendrá que realizarse como pronto el lunes dado que Putin tiene previsto salir de Moscú este fin de semana para viajar a la taiga siberiana.

Tal y como indicó la agencia de noticias Sputnik, está previsto que Putin acuda con el ministro de defensa, Sergei Shoigu, en un viaje que espera que le sirva para “descansar un poco”. El presidente ruso suele acudir a la taiga cuando tiene días libres, un gesto que, según Peskov, muestra su “amor a Rusia y su geografía”.

Biden, por su parte, ha confirmado que mantendrá una conversación con Putin en “algún momento”. “Estoy seguro de ello”, ha dicho. Sobre la posibilidad de imponer nuevas sanciones contra el mandatario ruso ha especificado que “estas llegarán a tiempo”.

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acusó ayer a los líderes occidentales de utilizar una “diplomacia friki” respecto a Rusia, consistente en falsedades y amenazas. “Se utiliza todo tipo posible de noticias falsas, y a veces junto a ellas -que colman los medios de prensa y las redes sociales-, al arsenal de varios líderes occidentales se sumó un nuevo recurso: la diplomacia de falsedades y a veces la diplomacia friki”, manifestó durante una reunión de la junta directiva del Fondo Gorchakov.

Lavrov señaló, sin apuntar a Biden, que con el fin de justificar la actual confrontación entre Occidente y Rusia “que socavan las normas universales del derecho internacional”, estos líderes utilizan “cada vez más diversas historias inventadas, acusaciones cuyas pruebas se niegan altivamente a presentar”.