- El líder opositor ruso, Alexéi Navalni, fue encarcelado ayer, menos de 24 horas después de regresar a Rusia, por un caso penal que sus partidarios consideran fabricado por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, al que acusan de ordenar su asesinato con el agente químico Novichok.

“Me intentaron matar y como no pudieron, ahora me encierran”, aseguró Navalni en las redes sociales, desde la misma sala de la comisaría donde se celebró la vista.

Navalni vivió unas horas muy intensas desde que volviera a Moscú pocos meses después de ser envenenado y estar al borde de la muerte. Fue apresado la noche del domingo nada más poner pie a tierra, trasladado a comisaría y ayer, en un juicio relámpago, recibió 30 días de arresto administrativo.

“Me han impuesto 30 días de prisión preventiva. Esto es el grado máximo de la ilegalidad”, denunció Navalni. Los abogados del opositor ya adelantaron que recurrirán el fallo, que calificaron de “absolutamente ilegal”, mientras que decenas de sus partidarios exigían su liberación en las inmediaciones de la comisaría.

El juicio se celebró en las dependencias de la policía en las afueras de Moscú (Jimki), adonde el opositor fue trasladado tras ser detenido a su llegada de Alemania, donde fue hospitalizado tras entrar en estado de coma en agosto pasado en Siberia.

El juicio, que se celebró a puerta cerrada y con la única presencia de dos medios de comunicación cercanos al Kremlin, dictaminó una medida cautelar contra Navalni.

“Lo detuvieron en la frontera, se lo llevaron en dirección desconocida, no le permitieron acceder a su abogado, el juicio se celebró en la misma comisaría y lo arrestaron por 30 días. Eso no puede considerarse ni siquiera una parodia de la arbitrariedad”, comentó Kira Yarsmish, una de sus más estrechas colaboradoras.

La medida cautelar fue solicitada por el Servicio Penitenciario Federal (SPF), que acusa al opositor de no personarse ante la autoridad durante varios meses por un antiguo caso penal, obviando que Navalni ha estado convaleciente.

El SFP, que emitió en diciembre pasado una orden de busca y captura contra el opositor, se dirigió a los tribunales para que conviertan la pena suspendida de 3,5 años que le fue impuesta a Navalni en 2014 por una real, juicio que se celebrará el 2 de febrero.

En relación con esa condena, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos criticó a la justicia rusa y le dio la razón a Navalni y a su hermano, Oleg, que sí fue enviado a prisión.

El opositor acusa a Putin, al que no se pudo enfrentar en las elecciones presidenciales de 2018 al ser inhabilitado por dicho caso penal, de ordenar primero su asesinato y después de “fabricar” casos penales para restringir su actividad política.

Tras su llegada a Rusia Navalni se proponía proseguir su cruzada contra el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), quien habría organizado la operación secreta para su asesinato; la corrupción en la administración pública y el partido del Kremlin, Rusia Unida, en las elecciones legislativas de septiembre.

Una vez se conoció el fallo, Navalni, un experto en el uso de las redes sociales, se dirigió a sus partidarios, que le esperaron anoche en el aeropuerto y organizaron actos de protesta en la segunda ciudad del país, San Petersburgo.

Navalni, organizador de las mayores protestas antigubernamentales desde la caída de la Unión Soviética, volvió a tirar a matar contra Putin, al que llamó también “viejo ladrón confinado en un búnker” que “tiembla de miedo” ante la sola mención de su nombre.

Estados Unidos, la Unión Europea y las principales cancillerías occidentales demandaron en las últimas horas la puesta en libertad del líder de la oposición extraparlamentaria.

Condena de Sánchez. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, consideró “lamentable” el arresto del líder opositor Navalni. Según Sánchez, en materia de política exterior, la cuestión no es tanto hablar con Rusia, “sino saber exactamente de qué queremos hablar con Rusia y para qué”.

Petición de nuevas sanciones. Letonia, Lituania y Estonia reclamaron al Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, que el bloque vaya más allá y estudie aplicar nuevas sanciones contra Rusia por la detención del opositor Navalni.

OTAN pide su liberación. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió la “inmediata liberación” del líder opositor y exigió a Moscú respetar sus compromisos sobre DDHH. “Los responsables del intento de asesinarlo deben ser llevados ante la Justicia”, escribió.

Merkel lamenta la detención. La canciller alemana, Angela Merkel, lamentó la detención “de una víctima de intento de asesinato con armas químicas” y no a los autores, por lo que pidió a Moscú que excarcele a Navalni, y que esclarezca “el ataque con armas químicas”.

Ucrania reclama más medidas. Ucrania pidió a la comunidad internacional que adopte “medidas más decisivas” contra Rusia tras la detención del líder de la oposición, por lo que considera una continuación de las “prácticas represivas” de las autoridades rusas.