- Desde el comienzo del bloqueo israelí de Gaza en 2007 hasta 2018, el coste que este ha tenido para el enclave palestino fue de 14.000 millones de euros, seis veces el PIB de la franja, destacó ayer un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) que ha analizado la citada década. “El resultado ha sido el colapso casi completo de la economía regional de Gaza y su aislamiento de la economía palestina y del resto del mundo”, alerta el informe, que urge a restaurar la libertad de movimiento y permitir “comerciar libremente”.

Hoy, Gaza tiene una de las mayores tasas de desempleo y peor desarrollo económico en el mundo, pese a su potencial, con retroceso en industria y agricultura, y tiene a más de la mitad de su población de dos millones viviendo por debajo del umbral de la pobreza.

La UNCTAD presentó ante la Asamblea General de la ONU el informe titulado Costes económicos de la ocupación israelí para el pueblo palestino: la Franja de Gaza bajo cierre y restricciones, que sustenta en la estimación “acumulativa” de un bloqueo prolongado.

“Restaurar el derecho de los palestinos a la libre circulación para los negocios, la atención médica, la educación, el ocio y los lazos familiares”, es lo que exige el estudio, así como priorizar la reconstrucción de infraestructuras, públicas y privadas, y solventar la crisis de electricidad.

Este organismo de la ONU explica que Israel ya había impuesto muchas restricciones desde los años noventa y que las intensificó cuando en 2007 el movimiento islamista de liberación palestina Hamás tomó el control del enclave costero palestino, con periodos de mayor o menor dureza, pero que continúan siendo estrictas.

Con el cielo y el mar controlados por Israel, en tierra solo quedan dos cruces fronterizos de los cinco que tenía en 2007: uno para bienes y otro para personas (además del que tiene con Egipto), parcialmente abierto para casos especiales.

“El significado económico es que el comercio y los recursos de producción (mano de obra o insumos) pueden entrar o salir de la franja de Gaza de forma muy restringida”, contempla el informe.

Además de las limitaciones de entrada de productos acorde al mínimo de consumo necesario, Israel restringe los que considera de “doble uso”, que afectan especialmente a tecnología y fertilizantes.

Del coste económico por el bloqueo, considera que no se puede desvincular el impacto, no medido, de las tres operaciones militares israelíes entre 2008 y 2014, en las que murieron 3.804 palestinos y 95 israelíes.

Entre 2008 y 2009, 20.000 palestinos quedaron sin hogar; en la de 2012, 10.000 viviendas quedaron dañadas en la franja; y la operación de 2014 desplazó a alrededor de 100.000 residentes que se quedaron sin casa, recuerda el análisis.

“El rendimiento de la economía regional de Gaza siempre ha estado muy por debajo de su potencial debido a la ocupación y las medidas restrictivas que la acompañan”, valora el informe, que destaca que entre 2007 y 2018 el crecimiento económico fue solo de un 4,8%.

La falta de acceso a agua limpia y a electricidad, que oscila entre cuatro y once horas diarias, afecta a la mayoría de la población. La ONU advirtió que las tendencias detectadas en 2012 debían revertirse para evitar que Gaza sea inhabitable en 2020.

La brecha de pobreza podría ser hoy del 4,2%, una quinta parte del 20% actual, si su economía no hubiera estado lastrada por las restricciones del rígido bloqueo y las operaciones militares durante esa década.

Otros aspectos del bloqueo no recogidos por el estudio. El informe no incluye “otros costes de la ocupación israelí, como el impacto de impedir que el pueblo palestino use su campo de gas natural frente a las costas de Gaza”.

Llamamiento equidistante a una solución negociada. La ONU emitió un mensaje equidistante entre el pueblo ocupado de Palestina y las fuerzas sionistas de Israel al mantener “su posición de que la paz duradera y completa solo se puede lograr a través de una solución negociada de dos estados”.

Las ONG no bastan y no solucionan el conflicto. La UNCTAD apunta en sus recomendaciones que “el apoyo humanitario y económico no reemplazará los derechos políticos o la estatalidad”, aunque, sin voluntad política, es la única alternativa.

50%

“Si la participación de Gaza en la economía del territorio palestino ocupado (Cisjordania y Jerusalén Este) siguiera siendo la de 2006, el PIB de Gaza habría sido un 50% más alto que el actual”, destaca.