- China anunció ayer que impondrá sanciones a la empresa armamentística de origen estadounidense Lockheed Martin por llegar a un preacuerdo con Taiwán por valor de 620 millones de dólares (unos 550 millones de euros) para reparar y poner a punto misiles PAC-3.

“China se opone a la venta estadounidense de armas a Taiwán. Instamos a EEUU a que abandone sus lazos militares con la isla y evite dañar más las relaciones bilaterales así como la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán. China impondrá sanciones a Lockheed Martin, el principal contratista”, dijo ayer el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Zhao Lijian en una rueda de prensa.

Zhao no especificó en qué consisten estas sanciones, y a su proclama se unió minutos después la oficina del Consejo de Estado (Ejecutivo) para los Asuntos de Taiwán, que aseguró en un comunicado que “ningún intento de independizarse por la fuerza” tendrá éxito en Taiwán, y que “socavar la paz y la estabilidad supondrá una catástrofe para los taiwaneses”.

Por otra parte, Pekín calificó ayer de “irresponsable” que EEUU declarase el lunes “formalmente ilegales” todos los reclamos chinos de soberanía en el Mar de China Meridional, en una escalada en la política de rechazo de Washington a los avances de Pekín en ese espacio estratégico lleno de disputas territoriales. “El comunicado de EEUU viola y distorsiona los hechos, es muy irresponsable. Nuestra jurisdicción sobre esas aguas tiene base en la ley y la Historia. China no busca construir ningún imperio marítimo militar. Tratamos a nuestros vecinos como iguales y ejercemos moderación”, dijo Zhao.

“Sin embargo, Estados Unidos rechaza unirse a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, se retira de tratados según sus intereses, y envía aeronaves y navíos a la zona. Son ellos quienes crean los problemas”, afirmó el portavoz.

El secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo aseguró el pasado lunes que los reclamos de Pekín sobre “recursos lejanos a la costa en la mayoría del Mar de China Meridional son completamente ilegales, como también lo es su campaña de intimidación para controlarlos”.

Su declaración llega después de que Estados Unidos enviase el pasado día 6 los portaaviones Ronald Reagan y Nimitz a esa zona para realizar ejercicios, unos de los mayores en el área de la Marina estadounidense en los últimos años, justo cuando China se encontraba igualmente realizando prácticas navales allí.

La declaración de Washington tensa todavía más la relación con Pekín, muy debilitada ya por las acusaciones mutuas relacionadas con el origen y propagación de la pandemia del covid-19, a cuenta de la situación de los derechos humanos de las minorías musulmanas en la región china de Xinjiang, la aprobación de la nueva ley china de seguridad nacional para Hong Kong y la guerra comercial entre ambos países.

Asimismo, no es la primera vez que Pekín critica a Washington por vender armamento a Taiwán, que China considera parte de su territorio: el año pasado, Washington aprobó la venta de armas a Taiwán por valor de 2.200 millones de dólares (1.900 millones de euros). China, que sostiene que Taiwán es una isla rebelde desde el final de la guerra civil de 1949, exige que los países con los que mantiene relaciones diplomáticas no las tengan con Taiwán, dentro de lo que se denomina la “política de una sola China”.

“Discordia” en el mar Meridional. China calificó ayer de “injustificada” la postura de rechazo de Estados Unidos a las reivindicaciones de Pekín en el mar de China Meridional y valoró que “intenta sembrar la discordia” entre los países implicados.

Una situación “exagerada”. Pekín critica que la declaración de EEUU “distorsiona deliberadamente los hechos y el Derecho Internacional, incluida la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, y exagera la situación en la región”. “La parte china se opone firmemente a ella”, insiste.