- El empresario Félicien Kabuga, uno de los fugitivos más buscados por la justicia internacional, fue detenido ayer en París y será juzgado por su papel en la financiación del genocidio de Ruanda de 1994.

Las autoridades francesas arrestaron a Kabuga, de 84 años, en una operación "sofisticada y coordinada con búsquedas simultáneas en varios lugares", dijo el Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales (MTPI) en un comunicado.

El hombre de negocios es considerado el banquero del genocidio de Ruanda, pues se le acusa de instaurar el denominado Fondo de Defensa Nacional, que proporcionó machetes, azadas, vehículos y uniformes a la milicia interahamwe, responsable de gran parte de los asesinatos.

Unos 800.000 tutsis y hutus moderados fueron masacrados en Ruanda entre abril y junio de 1994, según cifras de la ONU, por milicias extremistas hutu, población civil de esta etnia y el Ejército. El pliego de acusación asegura que Kabuga, junto a otras personas, instigó los crímenes durante encuentros celebrados en varias regiones del país entre marzo y mayo de 1994.

Fundó y presidió una emisora de radio, Radio Télévision Libre des Mille Collines, que se utilizó para diseminar un discurso de odio contra los tutsis, proporcionar sus ubicaciones y pedir su eliminación. "La detención de Félicien Kabuga hoy es un recordatorio de que los responsables de genocidio pueden rendir cuentas, incluso 26 años después de sus crímenes", dijo el fiscal general del MTPI, Serge Brammertz.

El jurista agradeció la "contribución esencial" de Europol e Interpol, así como de las fiscalías de Ruanda, Bélgica, el Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Austria, Luxemburgo, Suiza y EEUU. "Nuestros primeros pensamientos deben estar con las víctimas y los supervivientes del genocidio de Ruanda. Ejercer en su nombre es un inmenso honor profesional para toda mi oficina", añadió Brammertz.

Kabuga abandonó su país a mediados de 1994 debido a los avances del Frente Patriótico Ruandés, compuesto esencialmente por militantes tutsis, y huyó primero a Suiza y luego a Zaire (la actual República Democrática del Congo) y Kenia.

El Tribunal Penal Internacional para Ruanda, creado por el Consejo de Seguridad de la ONU, lo acusó en 1997 de siete cargos de genocidio, complicidad de genocidio, incitación directa y pública de genocidio e intento de genocidio. Todos los crímenes entre el 6 de abril y el 17 de julio de 1994.

Desde la emisión de su orden de arresto, Kabuga ha vivido como prófugo de la Justicia.