- La tensión diplomática y comercial entre Washington y Pekín se ha disparado nuevamente después de que el Gobierno de Estados Unidos anunciara ayer más restricciones teconológicas y económicas a la compañía china Huawei, en este caso con el fin de limitar la capacidad de la empresa para emplear tecnología y software estadounidense en la fabricación y diseño de sus semiconductores en el extranjero.

El Departamento de Comercio estadounidense anunció ayer que la Oficina de la Industria y la Seguridad (BIS) ha puesto en marcha nuevos planes para "proteger la seguridad nacional" y frenar los esfuerzos de la compañía china para "socavar los controles de exportaciones" en Estados Unidos.

En concreto, informa de que el BIS ha modificado su normativa de exportaciones para enfocarse de manera concreta y estratégica en la adquisición de Huawei de semiconductores que son el producto directo de cierto software y tecnología de Estados Unidos.

El Departamento de Comercio recuerda que en 2019 el BIS agregó a Huawei Technologies y 114 de sus filiales en el extranjero a la lista de entidades a las que las compañías estadounidenses no pueden adquirir componentes tecnológicos sin permiso del Gobierno de EEUU.

Sin embargo, asegura que Huawei ha seguido utilizando software y tecnología estadounidense para diseñar semiconductores, "lo que socava los propósitos de seguridad nacional y política exterior" al encargar su producción en fundiciones en el extranjero que utilizan equipos de Estados Unidos.

"A pesar de la acciones que adoptó el Departamento el año pasado, Huawei y sus filiales extranjeras han intensificado sus esfuerzos para socavar estas restricciones basadas en la seguridad nacional a través de un esfuerzo de indigenización. Sin embargo, ese esfuerzo aún depende de las tecnologías estadounidenses", ha afirmado el Secretario de Comercio estadounidenses, Wilbur Ross.

Por otro lado, el BIS ha decidido extender por un periodo adicional de 90 días la licencia temporal sobre el veto que impide a Huawei y sus filiales hacer negocios con empresas estadounidenses por motivos de seguridad, según ha indicado el Departamento de Comercio en otro comunicado.

El organismo señala que esta nueva extensión de la moratoria al veto, que se inició en mayo de 2019, podría ser la última. "Las actividades autorizadas en la Licencia Temporal General (TGL por sus siglas en inglés) podrían ser revisadas, y posiblemente eliminadas, después del 13 de agosto de 2020", remarca.

El Gobierno estadounidense da así una vuelta de tuerca más a su presión sobre Huawei con las nuevas restricciones.

El Ejecutivo estadounidense recela de los vínculos de la empresa con el Gobierno de China y asegura tener sospechas de que Huawei podría usar sus teléfonos móviles y otros equipos tecnológicos para espiar en el extranjero y facilitar la información a los dirigentes del país asiático.

Pese a que la cuota de mercado de los teléfonos móviles Huawei en Estados Unidos es muy reducida (menos de un 1 %, según los datos más recientes de Statcounter), la empresa china sí que tiene una fuerte presencia como proveedor de equipamiento de telecomunicaciones en las zonas rurales del país.

Sus productos, sustancialmente más baratos que los de la competencia, han permitido el despliegue de redes inalámbricas en grandes extensiones del país escasamente pobladas en las que, de no haber sido por Huawei, estas infraestructuras hubiesen sido prácticamente inviables desde un punto de vista financiero.

De todos los proveedores estadounidenses de Huawei, Google es el que tiene un perfil más alto, ya que los teléfonos que el fabricante chino vende en todo el mundo (y que son especialmente populares en mercados como Latinoamérica y Europa) llevan preinstalados el sistema operativo Android y servicios como Chrome, Gmail, Google Maps, YouTube y la tienda de aplicaciones Google Play.