Katie Miller, la portavoz del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dio positivo este viernes por COVID-19, un día después de conocerse que un asistente personal del presidente Donald Trump, resultó también contagiado del coronavirus.

Poco después de que la Casa Blanca confirmara que "un miembro del equipo del vicepresidente" había dado positivo en el test de la enfermedad, Trump reveló su identidad.

"Ella es una joven maravillosa, Katie, la portavoz... Dio positivo de repente", dijo Trump durante un encuentro con congresistas republicano en la Casa Blanca.

Además de ser la portavoz de Pence, Miller es la esposa de uno de los asesores más influyentes de Trump, Stephen Miller, conocido como el arquitecto de la política migratoria de la Casa Blanca, incluidas varias de sus medidas más duras contra la población indocumentada.

La portavoz "posiblemente había estado en contacto con seis personas que tenían programado volar" este viernes junto a Pence a Des Moines (Iowa), pero "fueron retirados del vuelo", explicó un alto funcionario a los periodistas.

La salida del avión de Pence desde la Base Andrews de la Fuerza Aérea sufrió un retraso de casi una hora y los reporteros que iban en el vuelo dijeron que varios miembros del equipo del vicepresidente desembarcaron justo antes de que despegaran.

El citado funcionario dijo que Trump no ha tenido contacto "recientemente" con la portavoz de Pence, mientras que el vicepresidente se hizo esta mañana el test y dio negativo.

Miller es la segunda colaboradora de Pence que resulta contagiado con la enfermedad, después de que el pasado 21 de marzo el propio vicepresidente anunciara que un integrante de su equipo había dado positivo por COVID-19 y confirmara que él y su esposa, Karen, se someterían a una prueba que finalmente resultó negativa.

Este jueves, la Casa Blanca informó que Trump volvió a dar negativo en el test de coronavirus luego de que uno de sus asistentes personales diese positivo.

El mandatario estadounidense anunció tras conocerse esa noticia que había ordenado que los exámenes al personal que trabaja en el Ala Oeste de la Casa Blanca se hagan diariamente, en lugar de semanalmente, como se venían haciendo hasta ahora.