Washington - La confusión se apoderó ayer del proceso de juicio político al presidente de EEUU, Donald Trump, con acusaciones de los demócratas a los republicanos de "encubrimiento" por su negativa a escuchar a nuevos testigos. Los demócratas, que tienen 47 votos en el Senado frente a 53 los republicanos, necesitaban por lo menos cuatro votos oficialistas para prolongar el proceso con testigos.

En las últimas horas, la atención se centró en cuatro republicanos: Susan Collins, Mitt Romney, Lamar Alexander y Lisa Murkowski. Hasta el momento, Collins y Romney ya apuntaron que romperán con la mayoría republicana y que votarán a favor de escuchar a nuevos testigos; mientras que Lamar Alexander señaló que lo haría en contra. Queda por decidirse Murkowski, que de decantarse por la citación de nuevos testigos dejaría la votación en empate de 50-50 (asumiendo que todos los demócratas votan a favor), sin la mayoría necesaria.

"Sé cual será el resultado. Creo que (Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado) quiere finalizar esto sin un juicio en algún momento en la oscuridad de la noche", afirmó el senador demócrata, Dick Durbin. Por su lado, el jefe de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, criticó por su parte la táctica de los republicanos en contra de la comparecencia de nuevos testigos como "el mayor encubrimiento en la historia del país desde el Watergate", en referencia al escándalo político que acabó con la dimisión en 1974 del presidente Richard Nixon.

Los demócratas deben tener en cuenta, además, el posible impacto que tendría prolongar el juicio político en la campaña para los caucus (primarias) que se celebran el próximo lunes en Iowa, y a los que concurren cuatro miembros de su partido en el Senado: Bernie Sanders, Elizabeth Warren, Amy Klobuchar y Michael Bennett. El voto exprés marcaría un fuerte contraste con el último juicio político de EEUU, el celebrado en 1999 contra Bill Clinton, en el que el Senado convocó testigos y luego deliberó durante tres días a puerta cerrada antes de pronunciarse sobre si el mandatario era culpable. Para añadir complejidad y desconcierto, comenzó a plantearse otro escenario, y es que se prolongue el juicio hasta la próxima semana, presumiblemente hasta el miércoles, ya que además el martes Trump tiene previsto dirigirse al Congreso en sus tradicional discurso sobre el Estado de la Unión. - Efe