Washington - El legislador demócrata Jerry Nadler fue elegido ayer como uno de los “fiscales” del juicio político contra Donald Trump aunque su antagonismo se remonta a la década de los 90 cuando el mandatario era un magnate multimillonario, todavía lejos de cualquier aspiración presidencial. El propio Nadler se vanagloria de ser uno de los oponentes más antiguos de Trump, ya que en 1990 fue uno de los principales detractores a sus proyectos inmobiliarios en la parte occidental de Manhattan.

Antes de que se abrieran en septiembre pasado las investigaciones por las presiones del presidente a Ucrania, ya Nadler intentó sin éxito durante meses presentar un caso de impeachment contra Trump por la llamada trama rusa.

Para ello, Nadler tomó como punto de partida el informe del fiscal especial sobre la trama rusa, que no halló pruebas de una injerencia del Kremlin en las elecciones presidenciales de 2016 en EEUU pero dejó la puerta abierta a una posible obstrucción a la Justicia por parte de Trump.

Tal es la animadversión que profesan el uno frente al otro, que Trump se burló de él y lo llamó el gordo Jerry hace unos meses en una reunión privada en la Casa Blanca con los republicanos de la Cámara Baja. Nadler se sometió a una operación de reducción de estómago en el año 2000 que le ayudaría a perder 45 kilogramos.- Efe