Buenos aires - Evo Morales lleva casi dos semanas en Argentina, donde solicitó asilo político tras un mes de exilio en México. Como jefe de campaña de su Movimiento al Socialismo (MAS), el exmandatario boliviano se prepara en el país vecino para las elecciones prometidas por el ejecutivo de Jeanine Añez, aún sin fecha. "No puede haber elecciones sin democracia", considera en una entrevista con Efe en Buenos Aires.

Morales, que dimitió el pasado 10 de noviembre denunciando un golpe de Estado para derrocarlo, opina que la solución a la crisis boliviana pasa por una "política de reconciliación", pero al mismo tiempo cuestiona que ésta pueda darse por la "persecución" que asegura impulsa el Gobierno "de facto" de su sucesora, Jeanine Añez. "Decir fuera Jeanine ya es sedición y proceso. Comunicarse con Evo ya es sedición, proceso y allanamiento. Levantar la voz a cualquier ministro ya es sedición. Alguna gente experta dice que este Gobierno de Añez, (Luis Fernando) Camacho y (Carlos) Mesa es peor que la dictadura militar", asevera.

El próximo domingo, Morales, sobre quien pesa una orden de arresto en su país que no se hará efectiva en Argentina por haber pedido refugio político, liderará en Buenos Aires una reunión con dirigentes de su partido, que viajarán para iniciar el proceso de selección de un candidato a presidente, ya que el exmandatario no se presentará. "Vamos a emitir una convocatoria al encuentro nacional, que será en Bolivia o Argentina, y de ahí saldrá el candidato" a los comicios anunciados por Añez, explica Morales, elegido por su formación como jefe de campaña.

En la terna del MAS suenan los excancilleres Diego Pary y David Choquehuanca, el exministro de Economía Luis Arce, definido por Evo como el gran arquitecto de la economía nacional, y el joven político Andrónico Rodríguez, de quien recuerda que en países como México y Cuba "a veces es conocido como Evito". Sin dar detalles de la fecha en la que se elegirá ese nombre ni de su preferencia hacia uno u otro, el expresidente asegura que será un candidato "unitario" y ganará las elecciones. "Tienen que ser justas, libres, no tiene que haber presos políticos", continúa.

La OEA Presionado por las Fuerzas Armadas, entre disturbios en las calles y acusaciones de fraude por parte de la oposición, Morales dimitió tras publicarse un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que advertía de "graves irregularidades" en los comicios del 20 de octubre en los que fue declarado vencedor para un cuarto mandato consecutivo. "¿Qué pasaba si no renunciaba, me mataban?", se pregunta el exmandatario sobre la actuación del Ejército, y defiende su decisión de dejar el poder para evitar que la "policía amotinada" hubiera hecho una "masacre".

"Y ahora, semejante genocidio, no hay investigados. ¿Cómo se entiende esto? Si algo no he hecho yo ha sido usar a la policía ni las Fuerzas Armadas contra el pueblo", se defiende. Morales niega fraude y acusa a Estados Unidos de estar detrás del "golpe", alegando que ese país "no perdonó" que el desarrollo de la industria del litio boliviana estuviera en manos del Estado y fuera de su influencia. También apunta contra la OEA, ya que cree que si no hubiera existido ese informe, no hubiera habido tanta convulsión social.

El pasado 11 de noviembre, Morales viajó a México, donde permaneció asilado un mes, y, para estar más cerca de su país, llegó a Buenos Aires el 12 de diciembre, donde pidió ser refugiado y se reencontró con sus hijos, que viven aquí desde finales del pasado mes. Aunque aún aguarda que se concrete la confirmación de su solicitud, el Gobierno de Alberto Fernández ya adelantó que le concederá ese estatus, que le protege de cualquier petición de extradición. "¿De qué me acusa este Gobierno de facto? De terrorismo, de sedición, que son temas políticos, nunca me van a acusar de corrupción", señala, para lanzar un rotundo: "Yo llegué a la Presidencia por la patria y no por la plata".

Defensa legal El exjefe de Estado confirma que ya cuenta con un equipo jurídico internacional para llevar su defensa, que incluye al exmagistrado español Baltasar Garzón. La orden de detención es, según añade, "totalmente ilegal e inconstitucional", e insisto con que sigue siendo "presidente" porque su renuncia "no ha sido tratada, ni rechazada ni aprobada" en la Asamblea Legislativa y una ley le proclamó presidente hasta 2020.

Consultado sobre en qué momento volverá a su país, aun con el riesgo de ser detenido, Morales enfatiza que es "cuestión de tiempo": "Hay tantas propuestas y tantas rutas para ver oportunamente por dónde volvemos", agrega. A pesar de que la Constitución boliviana limita a dos los mandatos consecutivos, Morales ya iba por el tercero -tras un fallo del Tribunal Constitucional de 2013- y buscaba uno más gracias a otra resolución judicial que invalidó un referéndum que en 2016 le había negado la reelección. Semanas atrás, el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, uno de sus principales aliados políticos, llegó a declarar que lo de Bolivia fue un golpe, pero añadió que el gran error de Morales fue querer optar por un cuarto mandato.

"Posiblemente sea, pero no es que lo haya buscado", sostiene el político andino, al remarcar que sindicatos, trabajadores y diversos sectores sociales le pidieron que continuara presentándose a las elecciones "para seguir garantizando el crecimiento económico" y la mejoras sociales que tuvo Bolivia durante su gestión. "El cargo no se busca, el cargo te busca", sentencia.