Estrasburgo - La joven Jewher Ilham, hija del profesor y activista uigur encarcelado en China Ilham Tohti, instó ayer miércoles a la UE a que presione a Pekín sobre su trato a los miembros de la minoría uigur, después de que varias ONG hayan cifrado su presencia en centros de detención en más de un millón de personas. Jewher Ilham recogió ayer el premio Sájarov a la libertad de conciencia de la Eurocámara en una ceremonia en Estrasburgo en nombre de su padre, condenado a cadena perpetua en China por cargos relacionados con el separatismo tras haber dirigido una página web para difundir información de la comunidad uigur, en la que fomentaba el entendimiento entre esta etnia y la han, mayoritaria en China. Ilham Tohti, un catedrático universitario de Economía que según sus defensores promovía el entendimiento entre los uigures de la región de Xinjiang y la mayoría han, fue condenado en 2014 por un tribunal de este territorio al noroeste del China, zona de la que procede y donde habita la etnia uigur, de religión musulmana.

"Hoy estoy aquí porque quiero apoyar a mi padre. Les pregunto: ¿ven un problema con la forma en la que el Gobierno chino está tratando al pueblo uigur? Si ven un problema, por favor, trabajen para una solución", pidió Jewher Ilham en su discurso ante el Parlamento Europeo. En una emocionada intervención que arrancó el aplauso de todo el arco parlamentario, la joven urgió a los eurodiputados a "usar sus leyes" para exigir cuentas a los funcionarios chinos que apoyan estos centros de detención, cuya denominación oficialista de "centros de reeducación" rechaza. Asimismo, instó a las empresas a "no ser cómplices" de la persecución del Gobierno chino al pueblo uigur, una etnia para la que, insistió, "hoy no hay libertad en público ni en privado en China".

Un cerebro que lavar "Mi padre ha sido etiquetado como un extremista violento, con una enfermedad que hay que curar y un cerebro que hay que lavar. Bajo esta premisa se ha mandado a más de un millón de personas a campos de concentración donde se ven forzados a perder su lengua, su religión y su cultura, donde el trabajo forzoso está extendido y se tortura a gente", alertó. "La historia se repite. No acabó bien entonces y no acabará bien ahora", añadió.

La joven recordó con cariño a su padre, a quien no ve desde 2013, cuando las autoridades chinas les retuvieron en el aeropuerto de Pekín en su camino a EEUU, mientras que a ella le dieron la opción de quedarse en China o viajar a Estados Unidos. Ilham Tohti sería detenido y condenado a cadena perpetua meses después. "Él insistió en que me fuese y me dijo que no llorara, que no les dejara pensar que las chicas uigures son débiles. Por su aliento estoy hoy aquí para todos ustedes", afirmó.

Jewher Ilham recordó que la lucha de su padre por los derechos de la minoría uigur empobreció a su familia, pero que esto no hizo a su padre desistir de su causa: "promover un diálogo pacífico entre los chinos han y los uigur". - Efe