La producción de leche y carne de vacuno de cercanía y de explotaciones locales respetuosas con criterios de sostenibilidad y máxima calidad está reduciéndose. "Es un problema de toda Europa", dice el productor de leche Iñaki Goenaga. "Los que dirigen la Unión Europea y diseñan la PAC (Política Agraria Común) sabrán más que nosotros, pero Europa, en los últimos 20 años, no ha protegido al agricultor", zanja Goenaga, dolido.
"Se ha intentado respetar el paisaje, cuidar el medioambiente y mejorar el bienestar animal, que está muy bien, y todo es necesario, pero no se ha trabajado en garantizar un modo de vida digno para el ganadero", lamenta.
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"Han dado unas ayudas, y la gente se ha acostumbrado a trabajar de esas subvenciones, pero eso ha supuesto que poco a poco la producción ha ido cayendo. En Europa no se ha fomentado el autoabastecimiento. Nos hemos centrado en la industria, en vender lavadoras, coches y otros negocios; y que se traigan estos productos alimentarios de fuera".
Por el contrario, asegura Iñaki Goenaga, "luego se ha visto que no te llega un chip de China y ni lavadoras, ni coches, ni de comer. Yo creo que si nos garantizasen a los agricultores y ganaderos un sustento digno, el poder ganarnos la vida con nuestra actividad, la gente seguiría y todos saldríamos ganando", asegura.
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