Jueces censuran la “mala imagen” dada en la renovación del CGPJ
PSOE y PP vuelven a repartirse los puestos del órgano que presidirá el conservador Marchena
Donostia - Las tres principales organizaciones de jueces y magistrados criticaron ayer la “mala imagen” de la Justicia española que da el acuerdo alcanzado por el PP y el PSOE para nombrar al nuevo presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), porque entienden que se vuelven a incumplir las previsiones constitucionales que establecen que son los propios vocales del órgano, y no los partidos, quienes deben elegir este cargo por votación. Se da la circunstancia de que se suponía que PSOE y PP habían roto relaciones tras el rifirrafe entre Sánchez y Casado.
“Es un mal comienzo para este nuevo Consejo”, señaló el portavoz de Jueces y Juezas para la Democracia, Ignacio González, quien incide en que “transmite una mala imagen de la Justicia” que sean los partidos quienes, nuevamente, elijan al nuevo presidente, en este caso, el magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena, del sector conservador de la magistratura. Para esta organización, Marchena es “un gran profesional”, pero apostaban por otro tipo de perfil. “Nosotros hubiésemos elegido a una mujer y de perfil progresista”, admite González.
Por su parte, Raimundo Prado, portavoz de la asociación Francisco de Vitoria, insiste en que es “un procedimiento ilegal porque está establecido en la Ley Orgánica del Poder Judicial” que son los vocales quienes designan al presidente. “El sistema se perpetúa y volvemos a tener otros cinco años con sombras sobre la independencia de la Justicia en España”, lamentó. Incluso en la agrupación a la que pertenece el magistrado Manuel Marchena, la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura, critican la forma en la que los partidos han procedido a su nombramiento, contraria su juicio a la “coherencia constitucional”.
reacciones dispares En cuanto a las reacciones al acuerdo alcanzado entre socialistas y populares en el resto de formaciones políticas, han sido dispares: desde las duras críticas de Ciudadanos hasta la tibieza de Podemos que, aunque critica la forma en la que se ha elegido al presidente del órgano judicial, garantizará la presencia en él de tres o cuatro nombres afines. Otra formación a la que ha afectado el nuevo reparto del CGPJ ha sido el PNV, que va a perder a su único representante, el jurista Enrique Lucas. En ese sentido, los jeltzales lamentan que se va a perder pluralidad en el seno de la institución y dicen que el Gobierno español no se dirigió a ellos para negociar.
Las mayores críticas llegaron desde la formación naranja. Su líder Albert Rivera lamentó que la mayoría en el Consejo General del Poder Judicial quede en manos del PSOE y de Podemos -de lo que culpó al PP- y calificó de “pacto del siglo” pasado el acuerdo para la renovación de este órgano.
En una entrevista en Telecinco, el presidente de Ciudadanos tachó el acuerdo de “pacto contra natura”, ya que cree que el PP es responsable de que la izquierda “tenga la mayoría” en el órgano. Según Rivera, la repartición es además un “escándalo” que forma parte “del pasado” y supone volver “al siglo XX” a su entender. “Que en la actualidad se elija a dedo a los jueces me parece una vergüenza. Si queremos recuperar la credibilidad del Poder Judicial, esto es lo contrario de lo que había que hacer”, aseguró.
En cuanto a Podemos, criticó el nombramiento del magistrado Marchena como presidente, pero en cuanto a la distribución de los vocales, ha alcanzado un acuerdo con el PSOE para que cuatro asientos se adjudiquen a personas sugeridas por la formación morada: el magistrado José Ricardo de Prada, la bestia negra del PP en Gürtel; el juez José María Fernández Seijo, que llevó ante la justicia europea la ley hipotecaria; la presidenta de la Audiencia de Nafarroa, Esther Erice; y quizás la exdiputada Victoria Rosell, de Podemos, un nombramiento que a última hora de ayer estaba en duda porque Sánchez lo rechaza.
La elección de Marchena no gusta nada en la formación morada, que lamenta que no se haya elegido a una mujer: “Si en el 2018 a estas alturas no se ha entendido que el 8 de marzo marcó que tiene que ser una mujer la que coordine un órgano tan importante de decisión como es el CGPJ, es que no se han enterado de lo que ha pasado en este país”, expresó la portavoz Noelia Vera.
mayoría progresista A pesar de que el magistrado Marchena pertenece a la asociación conservadora de la magistratura y es una concesión al PP, el Consejo General del Poder Judicial contará con una mayoría progresista, de once a nueve, de los 20 sillones de los que está formado.
Además, la elección de Marchena, que iba a presidir el tribunal del juicio por el procés que comienza en enero, conlleva cambios en dicho proceso. A este respecto, todo indica que será el juez Andrés Martínez Arrieta, del sector centrista de la magistratura, el que juzque a los independentistas procesados. Asimismo, la mayoría del tribunal quedará en manos de jueces progresistas tras la salida de Marchena.
El juez de la Audiencia Nacional a quien se atribuyen las frases más duras de la sentencia de Gürtel, José Ricardo de Prada; y Gema Espinosa, magistrada de Audiencia de Barcelona y esposa del instructor de la causa del procés en el Supremo, Pablo Llarena, se encuentran en la lista. También entraría como progresista Fernández Seijo, actualmente en la Sección 15 de lo Civil de la Audiencia Provincial de Barcelona y que se hizo popular por ser el juez que llevó la Ley Hipotecaria ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. - N.G.
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