El barco de rescate Aita Mari, de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario, está auxiliando a otras 46 personas tras haber rescatado esta madrugada a 102 migrantes, la mayoría de origen somalí, y entre los que había un bebé y siete mujeres, dos de ellas embarazadas, según ha informado la entidad. El barco partió el pasado día 12 de Almería tras más de dos meses de periplo burocrático para poder zarpar. Con una tripulación formada por 13 personas, entre marineros profesionales y voluntarios, su objetivo era rastrear las embarcaciones a la deriva en el Mediterráneo Central para poder auxiliarlas.

Una semana después, el barco de pesca con sede en Pasaia y reconvertido en buque de rescate ha logrado su objetivo, auxiliando a una embarcación a la deriva con más de un centenar de personas. Según ha señalado la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), al amanecer han localizado un bote de madera sobrecargado y a la deriva en el que viajaban 102 personas.

Como es habitual, los miembros de la tripulación del barco pasaitarra han seguido los protocolos colocando chalecos salvavidas a todas las personas que se encontraban en la embarcación, antes de proceder a su traslado al Aita Mari. "Después de varias horas en peligro en el mar, por fin están seguros", se congratulaban desde la ONG.

Sin embargo, la jornada del Aita Mari no ha acabado con ese rescate. Tras embarcar a ese centenar de inmigrantes, el barco ha acudido a otro aviso en el que se alertaba de que había dos embarcaciones a la deriva en las cercanías de Lampedusa. Han logrado localizar a una de ellas con 46 personas a bordo.

Sin embargo, el máximo de rescatados que puede llevar el Aita Mari es de entre 120 y 130 personas, según su complexión. Por esa razón, tras asegurarse de que los migrantes que se encuentran en esta nueva patera, una embarcación de madera, no corren peligro de naufragio, se encuentran a la espera de que Italia les dé permiso para subirlos a bordo y les asigne un puerto seguro donde llevarlos. Además de darles chalecos salvavidas, los protocolos a seguir en este tipo de casos suelen determinar que, siempre que sea necesario, se adhieran unos flotadores gigantes a la embarcación para mejorar su estabilidad y evitar que naufrague.

Desde la ONG SMH, esperan que Italia, que en los últimos tiempos no está poniendo muchas trabas a la labor de los barcos de rescate que velan por que el Mediterráneo central no siga tragándose la vida de miles de personas desesperadas por buscarse un futuro, les dé permiso y les asigne un puerto en un breve.

24 muertos en dos días entre Túnez y Lampedusa

Asimismo, han informado de que este rescate se ha producido en un momento en el que hay muchas salidas de pateras desde costas africanas hacia Europa. Por ejemplo, el pasado sábado el barco de la ONG barcelonesa Proactiva Open Arms rescató a 140 personas, al día siguiente se produjo un naufragio en Túnez en el que fallecieron 23 personas y otro el lunes en Libia con otro cuerpo recuperado.

No obstante, solo desde este miércoles hasta hoy se han contabilizado entre Túnez y las islas italianas de Lampedusa y Pantelleria el paso de, al menos, 740 personas, puesto que el miércoles se produjeron tres desembarcos autónomos con un total de 150 migrantes, al día siguiente se volvieron a repetir otras siete llegadas de este tipo con 250 personas, a las que hay que sumar el centenar de migrantes que se encuentran ya en el interior del Aita Mari y otras 238 personas que han llegado también esta madrugada a las islas italianas en un único desembarco.